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| I wait («Espero»), 1864 |
Julia Margaret Cameron
ALGUNA vez, al mostrar en este blog una imagen que había creado*, hablé de los pictorialistas ingleses (mencioné que habían sido para mí una fuente de inspiración en mi trabajo). Hoy quiero hablar, aunque sea brevemente, de una mujer —gran artista y gran fotógrafa— cuya obra se enmarca dentro de esa corriente; me refiero a Julia Margaret Cameron, quien es, junto con el también maestro de la lente, Lewis Carroll** (gran escritor, notable poeta y matemático mediocre, autor de Alicia en el país de las maravillas), una de las figuras más notables del panorama artístico de la Inglaterra victoriana.
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| Ellen Terry*** a la edad de dieciseis, 1864 |
Bien , comienzo...
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| Poor Joe («Pobre Joe»), OSCAR REJLANDER |
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Julia Margaret Cameron nació en la India, en la ciudad de Calcuta, en 1815. Seguramente, no hubiera podido hacerle un reclamo a la historia, de no ser por que a los cuarenta y ocho años de edad descubrió su verdadera vocación, motivada por una cámara fotográfica que le había regalado su hija. Perteneciente a la rica clase aristocrática anglo-india (su padre era oficial de la
East Indian Company y casó con un terrateniente veinte años mayor que ella que tenía una extensa plantación de té), su vida parecía destinada a una ociosidad sin brillo. Una vida, que aparte de cómoda por lo demás, le permitiría entrar en contacto con algunas de las personalidades más notables de su época. En la isla de Wight, en Inglaterra, en donde se afincó con su marido después de 1860, conocería a lord Alfred Tenysson y más tarde a Oscar Rejlander y a Lewis Carroll. Tenysson era, por entonces, ya considerado como uno de los poetas más importantes de su generación. Oscar Rejlander, pionero de la fotografía, había adquirido ya celebridad y, en cuanto a Carroll, discípulo del anterior, su reconocimiento como artista fotógrafo (al igual que el de Julia Cameron) sería póstumo... Ella sería alumna de ambos; Tenysson uno de sus modelos (y más adelante, le encargaría asimismo las ilustraciones de uno de sus libros)...
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| Retrato de Alice Lidell****, LEWIS CARROLL |
Un año más tarde de poseer su primera cámara, Julia Margaret Cameron consignaría la satisfacción de haber obtenido «su primer logro, su primera fotografía» y ese mismo año sería aceptada por la Sociedad fotográfica de Londres y Escocia.
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| Annie, my first sucess («Annie, mi primer éxito»), 29 de enero de 1864 |
A pesar del notorio encanto de sus imagenes y de que en vida lograría conseguir un mediano reconocimiento (a veces fuera de su patria), amén del apoyo de sus amigos artistas o intelectuales; los fotógrafos de profesión y buena parte de la crítica establecida siempre la consideraron una artista menor; así por ejemplo, nunca dejaron de reprocharle sus evidentes fallos técnicos y su falta de pulcritud (sus placas a menudo lucían manchadas o arañadas). De sus defectos, el más mencionado era el desenfoque de sus fotografías, producto de las largas exposiciones de entonces (que provocaban que sus modelos se movieran). Dicho desenfoque, argumentan algunos, era deliberado y es lo que en buena medida le confiere encanto poético a sus retratos. Pero ya sea que tal efecto fuera casual o deliberado, su genio para la composición y para captar escenas plenas de armonía y encanto, es hoy día innegable (... Y, por cierto, permítaseme un paréntesis, conviene anotar que el efecto 'flou', es decir aquel por el que fuera tan criticada , se convertiría en sus propias palabras [según confiesa en sus memorias *****] en un efecto sistemáticamente buscado, dejando así zanjadas todas las opiniones al respecto)...
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| Cupid («Cupido»), circa (?) |
Dotada de un gran amor por la belleza y poseedora de un espíritu de gran finura y alta sensibilidad estética, ella misma era poco atractiva en su atuendo y trabajaba convertida en una verdadera reclusa: en su momento, transformaría
—en su casa de campo
—, el depósito de carbón en cuarto oscuro y el gallinero en estudio. Su alta posición social, por otra parte, le otorgaría el privilegio de poder hacer caso omiso a la crítica y permanecer fiel a sus ideales estéticos. En un periodo en que la fotografía era aún un arte naciente, ella no vaciló en considerarlo digno de situarse al lado de la poesía o la pintura. No es casual que hayan sido, precisamente, sus amigos pintores quienes más la hayan elogiado; desdeñosos, algunos de ellos, de la técnica en detrimento de la expresión.
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Study of the Cenci, 1868
Las dos imagenes precedentes y esta otra que enseño más abajo, ilustran, justamente, algunos de los errores que tanto se le echaban en cara: placas dañadas, retratos mal enfocados, modelos malamente iluminados... Y, con todo, su valor no puede rechazarse.
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| (?) |
Esta tiene para mí una fuerza especial...
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| The echo («El eco»), 1868 |
Y, ¿qué tal esta otra?...
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| Ellen Terry, 1864 |
Esta posee un particular encanto de época...
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| May day («Día de mayo»), circa (?) |
Todas, como se ha podido apreciar, están muy cercanas a la sensibilidad que hoy llamamos kitsch y la influencia de la mentalidad de su época es más que notoria.Su deuda con la pintura prerrafaelista, por otra parte, que pretendía un regreso al mundo idealizado del medioevo y el renacimiento (y veía en el arte un medio de elevación moral) no puede negarse.
Presento, por último, estas otras tres:
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| (?) |
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| Gardener's daughter («La hija del jardinero»), 1873 |
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| (?) |
Tan extraordinaria creadora fallecería, finalmente, en la Isla de Ceilán en el año de 1879; había abandonado, en sus últimos tiempos, su gran pasión por la fotografía y su legado (prontamente caído en el olvido, tras su muerte) no sería dado a conocer, sino en años posteriores, por mediación de su sobrina-nieta, la escritora Virginia Woolf y el grupo literario de Bloomsburry. En la actualidad, su talento esta más que reconocido y se le considera una pionera, a la par que una de las mayores fotógrafas de todos los tiempos.
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*Ver publicaciónes correspondientes al 7 de agosto de 2010, y al 14 de enero de 2011.
**Actualmente, el escritor británico esta considerado como uno de los más importantes pioneros de la fotografía y como el mayor retratista infantil de su época.
***Ellen Terry, quien se iniciara como actriz infantil fue modelo, asimismo, de Carroll y en algún momento de su vida llegaron a ligarla sentimentalmente con el poeta (hecho desmentido por ella).
****Alice Pleasance Lidell, hija del Decano de la Universidad de Oxford, fue la 'musa niña' más importante del escritor inglés. De adulta, llegaría a posar para la lente de Julia Cameron.
*****Annals of my glass house.
