Romance de Delgadina*
*(Lee el poema y escucha el audio.)
DELGADINA se paseaba
*(Lee el poema y escucha el audio.)
DELGADINA se paseaba
de la sala a la cocina,
con su vestido de seda
que a su cuerpo le ilumina.
—¡Levántate, Delgadina,
ponte tus naguas de seda!,
por que nos vamos a misa
a la ciudad de Morelia.
Luego que salió de misa,
su papá le platicaba:
«Delgadina, hijita mía,
yo te quiero para dama.»
—¡No permita Dios del cielo,
ni la reina soberana!,
que es ofensa para Dios
y traición para mi mama.
—Júntense los once criados,
encierren a Delgadina;
remachen bien los candados,
que no se oiga voz ladina.
—Papacito de mi vida,
tu castigo estoy sufriendo,
regalame un vaso de agua
que de sed me estoy muriendo.
—Júntense los once criados,
llevenle agua a Delgadina,
en vaso sobredorado,
vaso de cristal de China.
Cuando le llevaron l'agua,
Delgadina estaba muerta,
tenía sus brazos cruzados,
tenía su boquita abierta.
La cama de Delgadina
de ángeles esta rodeada;
la cama del rey su padre,
de demonios apretada.
Ya con esta me despido,
tengo una cita en la esquina,
aquí se acaban cantando
versos de la Delgadina.
con su vestido de seda
que a su cuerpo le ilumina.
—¡Levántate, Delgadina,
ponte tus naguas de seda!,
por que nos vamos a misa
a la ciudad de Morelia.
Luego que salió de misa,
su papá le platicaba:
«Delgadina, hijita mía,
yo te quiero para dama.»
—¡No permita Dios del cielo,
ni la reina soberana!,
que es ofensa para Dios
y traición para mi mama.
—Júntense los once criados,
encierren a Delgadina;
remachen bien los candados,
que no se oiga voz ladina.
—Papacito de mi vida,
tu castigo estoy sufriendo,
regalame un vaso de agua
que de sed me estoy muriendo.
—Júntense los once criados,
llevenle agua a Delgadina,
en vaso sobredorado,
vaso de cristal de China.
Cuando le llevaron l'agua,
Delgadina estaba muerta,
tenía sus brazos cruzados,
tenía su boquita abierta.
La cama de Delgadina
de ángeles esta rodeada;
la cama del rey su padre,
de demonios apretada.
Ya con esta me despido,
tengo una cita en la esquina,
aquí se acaban cantando
versos de la Delgadina.
(Versión mexicana del romance tradicional español, s. XX)
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Nota: Este romance, como queda indicado, proviene de otras versiones mucho más antiguas; tan antiguas, que ya los soldados de Hernán Cortés entonaban algunas de ellas. Dichas versiones de origen ibérico pueden, al parecer, rastrearse hasta fines del medievo y cabe discutir si son, a su vez, de origen judío o árabe. En cualquier caso, existen variantes del mismo en Marruecos, llevadas o bien por los sefarditas (o judíos españoles, si se prefiere), tras su expulsión por los Reyes Católicos, o bien por los moriscos. También en Turquía las hay en idioma ladino (es decir, en la lengua de los judeo-españoles)... La versión que aquí presento, transcrita, acompañada de audio y video, se escucha a ritmo de polka*.
*La polka (de origen polaco), llegada a México con la inmigración alemana, no difería mucho en esencia de los ritmos españoles en boga , de ahí su rápida aceptación. Hoy día sigue vigente, sobre todo, en los territorios del norte del país.
Imagen: Alejandro Rangel Hidalgo, pintor colimense.
Gracias por compartirla!!
ResponderBorrarUn gusto pasar por aquí!!
Te sigo, saludos desde Uruguay!!
¡Hola, Patricia!, el gusto es mío, gracias por visitarme, saludos para ti también hasta Montevideo; ojalá encuentres más cosas que te gusten...
ResponderBorrar(Respuesta reeditada.)